sábado, 14 de julio de 2012



DESDE MI CERCADO

No sé que tanto sea -me pregunto-
el mundo de los muertos.
De si hay alma que dure, que trascienda
donde “Dios da sus voces”.
O, si tiene un destino equivocado.
Hay cosas que perviven en las grietas
de un pedazo de barro;
o, en el filo mellado de una piedra.
Y, las hay como astros,
más antiguas que el sol; y, sin embargo,
la vida es menos que eso.
 
 Cuánta huella no queda en el oleaje.
 Cuánto agravio, equipaje
de los años, en que todo oscurece
cual aguas de Aqueronte,
con embalos de hojas amarillas
y paladas de tierra.
Y, si no hubo antes nada de antes,
sino a partir del caos,
              volveremos de nuevo hacia la nada             
sin un detrás ni un antes.
Manuel Martínez Acuña
Junio 29, 2012

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