domingo, 10 de abril de 2011

Enredos Cervantinos

ENREDOS CERVANTINOS

Entre Ariosto y Virgilio hay semejanzas,
de cómo el árbol y la tierra juntan
los cambios de estación, las variaciones
del orden natural. Más lo que toca
por obra del humor, nace en Cervantes,
y se vuelve estupendo en la sospecha,
de que no hay nada desigual en don Quijote
ni en su gran invención de la ironía,
molinos y gigantes.

Así entre sueños y entre fantasías,
aunque sin ceder del todo,
lo más descomunal de Sancho Panza
es no saber dudar de si es Aldonza,
o es una labradora que él conoce
llamada Dulcinea,
todo el tiempo asomada en la ventana.

Manuel Martínez Acuña

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