¿Por qué los campos de mi tierra fueron
alguna vez pastura y cobertizo
de las Yeguadas que del pecho hicieron
el estandarte que a la patria hizo?
¡Sí, siempre!, y sólo barro ve en su piso
el campesino luego, y ¿qué le dieron...?
tan sólo el lar de un lazo corredizo
y la promesa cruel que no cumplieron.
Por eso las cosechas están muertas,
fatiga de las manos, de la azada.
¡Oh raza de unas alas malabiertas! estallará del rancho hasta sus puertas
con furia incontinente de yeguada.
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